HIJOS DE LA LUZ, César Vidal

La historia entre el inspector de policía Koch y el profesor Lebendig, transcurre en el final del siglo XVIII, comenzando justo antes de la revolución francesa. En este ambiente, tan conocido y estudiado por el Señor Vidal, transcurre la trama.
En esta Francia convulsa recibe el inspector una carta de un tal Espartaco, al que desde ese momento se le busca por toda Baviera porque se sospecha que está relacionado con algunos crímenes horrendos que se han dado en la comarca. Por supuesto y como no podía ser de otra forma tratándose del director de La Linterna, Espartaco es el líder de los iluminados o Iluminattis y relacionados con la masonería, a la postre como es su condición, siempre golpista (máxime en su cuna). Por supuesto el ambiente parisino de hambre y crispación, además de varias críticas a la revolución (La Bastida estaba deshabitada al parecer, nada de excarcelaciones masivas de inocentes y a él hay que creerle) se hacen patentes como en otros libros que he leído del periodista-escritor-historiador.
Por supuesto que mienten cuando dicen que publica 16 libros en el 2.006 (lo comentó el Señor Vila en televisión), ya que fueron 5, pero lo creo, porque dos fueron estudios históricos y otros como Los Hijos de la Luz no son complicados, pues teniendo los múltiples doctorados y conocimientos históricos de este periodista será coser y cantar para él. La lectura es fácil pero la trama es plana para mi gusto. La narrativa del Señor Vidal no me ha enganchado en ningún momento y el final no hace sino de colofón a lo que llevamos leyendo muchas páginas.
No me ha gustado nada, pues además de que el final es predecible, es de un gore barriobajero, y da la sensación de que aunque saltes varias páginas, en cuanto vuelves a leer estás enterado de todo. Magnífico historiador (aunque me decepcionó en cuanto a lo que NO escribió sobre Extremadura en su libro "La Guerra que Ganó Franco") y mejor periodista, pero como escritor y creo que llevo ya al menos cuatro libros suyos leídos, no me ha gustado aún nada.
Espero no haberles decepcionado por la talla del escritor, pero esta es mi impresión: no tiren el dinero, compren otro libro.