domingo, 23 de marzo de 2008

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS, de John Boyne

Aunque hasta hoy no lo he actualizado, lo cierto es que la lectura de este libro la hice en tres noches. Se lee rápido, es un cuento muy cortito, aunque tampoco muy intenso todo sea dicho. Mmmm, está bien, es verdad. No es un libro más sobre Auzvich, eso es cierto. No trata el horror de la guerra, también es cierto. Cuenta la historia de un niño que no sabe qué es un judío y qué es un nazi, pero tampoco le importa, también es verdad. Busca despertar sentimientos en el lector, y aunque está escrito con un leguaje infantil, no es infantil para nada y a veces sí consigue despertar estos sentimientos de rabia e impotencia, aunque no es nada pretencioso ni mucho menos duro o directo. Es recomendable, como cuenta su autor para todo tipo de públicos, pero también es cierto que tampoco hay que esperar mucho de él, así no nos defraudará si no nos llena.

Es un de mis regalos del día del padre :) Espero que me guste, pues ya me saturé en su día con libros de las guerras mundiales, para después hartarme de leer sobre la guerra civil española (algo que sigo haciendo aún). Espero que no sea un libro más sobre Auzvich, ya os contaré.

EL LORO EN EL LIMONERO, de Chris Stewart

Continuación del libro anterior, Entre Limones, del mismo autor es una fidedigna continuación, valga la redundancia. Son nuevos capítulos pero siguen la misma temática y la misma narrativa, ya que es la historia de Chris y Ana y ahora su hija Chloë, en El Valero, el cortijo medio derruido que compraron hace unos años (está contado en tiempo real, a mediados de los 90, aunque no estoy muy seguro de los años que describe).
La historia es de un currante, que nadie piense que es un pijo inglés con pasta, levantando un cortijo y viviendo del cuento, para nada. Chris es un esquilador de ovejas que le gusta vivir en el campo. Vive de un par de docenas de corderos que vende al año, de un minúsculo rebaño que tiene, de esquilar en España, etc. Recolecta aceitunas para hacer aceite, come del huerto, etc Pero sobre todo, para denotar que es un currante, describe siempre las deficiencias de su cortijo con infinitas goteras, poca luminosidad, malas hierbas, etc
Los capítulos de El loro en el limonero son sobre sus vivencias una vez establecido: como subió al Mulhacen, como construyeron una piscina ecológica, como esquilaba un mes al año en Noruega para contar con fondos para ir tirando, etc Ha estado bien, me ha gustado ciertamente. También un poco soso como el antecesor, pero con las mismas descripciones concisas e ilustrativas y una literatura cuidada con la espontaneidad de un novato pero buen escritor.